Ha pasado aproximadamente un mes desde que el sueño de mi infancia de vivir en el extranjero se hizo realidad.Ver para creer es exactamente lo que siento.Salí de Japón pensando que podría arreglármelas incluso si no podía hablar un poco de inglés, y me topé con una gran barrera del idioma.Experimenté muchas cosas en Japón y crecí, pero ahora me siento como un niño de jardín de infantes que solo puede decir sí o no.No siento nostalgia, pero siempre me lamento porque quiero que la gente hable más y me conozca.Me cansé de la pizza que comía todos los días después de venir a Canadá el tercer día.El arroz japonés es el mejor del mundo.
Canadá es un país de inmigrantes, pero creo que Calgary tiene mucha gente blanca.Un viernes tuve el coraje de ir sola a un pub para animarme, pero todo era blanco, incluido el personal.Yo era la única persona en el mostrador, un asiático que no podía hablar inglés, por lo que la cerveza no me pasó muy bien por la garganta.
Espero que puedas sentir mi tristeza a través de esta frase.Pero estoy muy contento de haber venido a Calgary.Todos los días experimento el miedo y el complejo de inferioridad de perder palabras.Me di cuenta de que Japón no es el centro del mundo y pude entrar en contacto con los pensamientos de personas de todo el mundo en esta nación mosaico, Canadá.Ciertamente es un momento difícil en este momento, pero tengo muchas ganas de descubrir cosas más allá de mi imaginación.
